Presidente de H2 Chile advierte que falta de coordinación público-privada podría afectar la puesta en marcha de proyectos
Hans Kulenkampff afirmó que para avanzar hay que resolver riesgos, como la incertidumbre del proceso de evaluación ambiental, los permisos, la regulación y el fomento a la demanda.
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El desarrollo de la industria del Hidrógeno Verde (HV2) es un factor central para lograr la carbono neutralidad del país a 2050 y enfrentar la crisis climática. El gobierno del exPresidente Sebastián Piñera lanzó la Estrategia Nacional de H2V y el actual presentó el Plan de Acción 2023-2030, el que definirá una hoja de ruta para la implementación de esta industria, con un trabajo en los territorios y de coordinación entre los ministerios, gobiernos regionales y sector privado.
El presidente de la Asociación Chilena de Hidrógeno (H2 Chile), Hans Kulenkampff, comentó que el Gobierno del Presidente Boric “va a tener la responsabilidad de habilitar los proyectos de H2V que van a materializarse en la siguiente administración”, donde proyectos pequeños que requieran una inversión menor a US$ 20 millones, “entrarán de aquí al próximo año, pero los grandes, todavía tienen que tomar una decisión de inversión, que va a empezar a pasar en 2025 o 2026, para que estos ya estén construidos a 2027 y 2028”, señaló Kulenkampff.
“Algunos de ellos inevitablemente van a fallar en el camino, pero muchos otros van a seguir adelante. Hoy Chile no tiene un mercado de H2V, pero sí uno de proyectos, que es enorme”.
Hans Kulenkampff, sobre iniciativas de H2V en el país.
En el contexto de las conversaciones del plan, el ejecutivo advirtió que para que estos grandes proyectos se inicien en esos plazos, hay que solucionar la coordinación público-privada.
“Quienes logren resolver la coordinación, negociación y convicción de intereses tanto públicos como privados, van a llegar a la meta a tiempo. Si no lo logramos, quiere decir que no estamos en línea con la filosofía del cambio climático”, dijo.
Afirmó que cumplir con estos plazos sería un “éxito rotundo”, pero que a la fecha es muy posible que se atrasen. “Hay que avanzar en muchos aspectos que faciliten la puesta en marcha de los proyectos, más aún considerando que estamos siendo pioneros en esto”.
Eliminar riesgos
Kulenkampff comentó que en la medida que los proyectos de H2V vayan avanzando, “el panorama se va a ir haciendo cada vez más difícil, y se va a necesitar más resiliencia para que se conviertan en una realidad”.
Señaló que para avanzar, se deben eliminar los riesgos: “hay que empezar a quitar incertidumbre por el lado de los procesos de evaluación ambiental, permisos y regulaciones, el mercado y fomento a la demanda”.
Y para concretar los proyectos, sostuvo que será necesaria una mayor coordinación tanto público-privada como pública-pública.
“Algunos de ellos inevitablemente van a fallar en el camino, pero muchos otros van a seguir adelante. Hoy Chile no tiene un mercado de H2V, pero sí uno de proyectos, que es enorme”, afirmó el ejecutivo.
Demanda interna
El Plan de Acción 2023-2030 para implementar la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, cuya versión final se espera que sea publicada a fines de agosto, cuenta con tres líneas centrales de acción: Inversiones e Institucionalidad; Sostenibilidad y Valor Local; e Infraestructura y Territorio.
Kulenkampff comentó que dentro de los puntos abordados, está la demanda interna, uno de los principales cuellos de botella.
“En el Comité interministerial de Hidrógeno Verde y el trabajo que se ha realizado, una de las mesas es sobre demanda, donde participa H2 Chile y el Ministerio de Economía. En ella, se han discutido una serie de priorizaciones de usos en Chile para fomento de la demanda, lo que va a ser un insumo para el desarrollo de este plan de acción cuando esté listo”, dijo.
Pese a que Kulenkampff afirmó que se ha ido mejorando el tema de la demanda interna, “todavía no está resuelto y depende mucho de la cadena de suministro del producto final”.
Escenario internacional
Respecto de los competidores de Chile en H2V, Kulenkampff afirmó que hoy “ya no estamos solos en la carrera”, ya que, en la región, Chile, Brasil, Colombia y Uruguay ya cuentan con leyes vinculantes, programas de coordinación público-privada y público-público.
Fuera de Sudamérica, dijo que el panorama escala aún más, porque hay unos 50 países que tienen una estrategia de hidrógeno verde similar a la nacional.
“Canadá, EEUU y Japón tienen la capacidad de proveer subsidios o programas muy importantes, para realmente ir mitigando el problema del costo del H2V, lo que va a generar una gran cantidad de inversión”, señaló.
Si bien dijo que Chile cuenta con beneficios para generar proyectos con una estructura de costo competitiva por sus condiciones naturales para producir energía renovable, “tenemos la dificultad de que el hidrógeno requiere cierto nivel de escala, y no hay muchas industrias que tengan esa escala necesaria a nivel local. En el rubro de la electromovilidad todavía es muy caro, nos quedan entre seis a ocho años para que la curva baje”.
Para resolver esta situación, países como Alemania han implementado programas públicos donde el Estado compra el hidrógeno a precios más caros, para luego licitarlo y venderlo al que está dispuesto a pagar más. “Eso se llama una licitación de diferencia de precios, y la diferencia de precio es lo que el Estado subsidia por un período de tiempo”, explicó Kulenkampff.